Mensagem
de texto
San
Pablo, 2014. Ahora usted está detenido, se encuentra en un cuarto
vacío, ocupado sólo por cuatro parlantes y este escrito, enfocado
por su mirada en este momento. Afuera la ciudad continúa con su
habitual movimiento.
La
traducción que ha trasladado, no sin pérdida o enriquecimiento,
estas palabras de la lengua española a la portuguesa es una
operación más, inscripta en una serie de múltiples migraciones que
aquí acontecen: de imágenes a palabras, de palabras a sonidos, de
unos dispositivos a otros, de una ciudad a otra, de un espacio
abierto a otro cerrado, de diversos registros instantáneos al
devenir aleatorio de un conjunto de escenas sonoras, del momento
preciso de la emisión a la esfera diferida, prefigurada, aunque
imprevisible, de su escucha.
Londres,
1969. El argentino David Lamelas exhibe A study of the
Relationships Between Inner and Outer Space (Un estudio de las
relaciones entre el espacio interior y exterior) en el Camden Arts
Centre. Se trata de un film que analiza meticulosamente su propio
emplazamiento articulando dos ámbitos: el espacio próximo de la
institución y el entorno urbano que lo circunda. Lamelas recaba
datos sobre el edificio, el funcionamiento de la entidad, entrevista
a los empleados. Luego se dirige a la ciudad: recolecta información
sobre su infraestructura vial, su topografía mediática, los lugares
comunes de sus habitantes.
Buenos
Aires, 2013. Rec. Entrevista a Leandro en un bar del céntrico
barrio de Monserrat. Se despliegan guiones inconclusos, imágenes de
instrumentos caseros de percusión, listados de preguntas para
entrevistas, dibujos. A través de los grandes ventanales se filtra
la luz y la persistente banda sonora de la ciudad. Desde el interior
se puede ver una multitud que se congrega en la vereda. Corridas,
golpes: dos personas dan una paliza a una tercera, toman una silla
del bar y la estrellan sobre su espalda. Stop.
San
Pablo, 2012. Leandro desarrolla Tudo em sua mente para la 30º
Bienal. Asistimos a lo que el artista denomina “teatro de sonido
móvil”, un singular recorrido a bordo de una camioneta escuchando
una audio-guía. El trayecto, que une Parque do Ibirapuera y Capela
do Morumbi, nos aparta del perímetro del pabellón para abrirse paso
en el denso tráfico paulistano. Así se produce cierta errancia, un
deambular que combina el movimiento del cuerpo impulsado por el
vehículo con el activo detenimiento que supone la escucha y la
mirada. Dos años después, en esta sala casi desocupada, los cuerpos
detienen su marcha. No obstante, la inercia de aquel movimiento no se
interrumpe, el desplazamiento toma otros carriles.
El
film de Lamelas intentó neutralizar el espacio de la diégesis
proyectándose en el horizonte concreto, espacial y temporal de su
ámbito de exhibición. De este modo, se propuso abordar la
acumulación indiferente de datos para disolver todo discurrir
narrativo, sofocar toda acción dramática en un presente continuo,
elidir la escena de la ficción y así volver la mirada al
dispositivo y objetivarlo.
Más
de cuarenta años después, Leandro retoma aspectos fundamentales del
proyecto de Lamelas investigando intersticios inclasificables entre
las disciplinas y los dispositivos. Sin embargo, un desvío, una
inclinación diferente, distingue ambas experiencias. A la
regularidad del tiempo de la información se opone la sucesión
intermitente de acontecimientos imprevistos. A la negación de todo
relato se enfrenta la multiplicidad de las historias, los intrincados
laberintos del contar. Al énfasis en un espacio existente y concreto
de exhibición, sobreviene una esfera otra, región
indeterminada de la ficción.
Se
trata de un horizonte imaginario que interpela al espectador que vaga
por la sala en este preciso instante. A él, a usted, se le presenta
un ejercicio. Un ejercicio particular que oscila entre la conexión y
la desconexión con su entorno. Se le propone concebir otros mundos
impensados, también se le ofrece otra manera de hacer inteligible lo
que tiene al alcance de sus ojos, y sus oídos.
Buenos
Aires, 2014. Federico Baeza escribe estas líneas.